Azote Ciencia5: Homo naledi, nuestro nuevo ancestro

En este micro espacio de divulgación de ciencia, comparto con vosotros, cada semana, una selección de cuatro destacadas noticias de ciencia en Twitter.

Los cuatro tuits que he seleccionado de la semana del 7 al 13 de septiembre de 2015 son los siguientes:

1) Atrapa al mosquito tigre con tu móvil: (@CSICdivulga)

Atrapa al mosquito tigre con tu móvil

El mosquito tigre es un insecto muy fácil de reconocer porque es negro con rayas blancas y una sola raya blanca en la cabeza y en el tórax. Originariamente procede del sudeste asiático. Tiene la característica de que vuela bajo y pica sobre todo durante el día. Pone sus huevos en recipientes con agua estancada.

Debido a lo molesto de sus picaduras y a que es el medio de transmisión de enfermedades cono el dengue y la chikunguña, se encuentra en la lista de las 100 peores especies invasoras del mundo y por ello es necesario vigilarlo y controlar sus poblaciones.

Gracias a la «Ciencia ciudadana», es decir, la investigación científica llevada a cabo con la participación de la sociedad, nacieron la web: atrapaeltigre.com y la aplicación Tigatrapp. A través de ellas puedes comunicar la presencia o focos de cría de esta especie, aportando fotografías para que puedan ser analizadas por expertos entomólogos antes de ser incluidos en la base de datos. La finalidad de esta información es la de orientar sus muestreos, descubrir nuevas zonas de distribución y activar protocolos y el desarrollo de modelos de presencia y dispersión.

Una buena forma de ayudar a combatirlo es la de no tener agua acumulada en pequeños recipientes.

2) Descubren una nueva especie de homínido: (@next_ciencia)

Descubren una nueva especie de homínido

Se ha publicado en la revista eLIFE los resultados de la investigación de científicos de la Universidad de Johannesburgo (Sudáfrica), de la Universidad de Nueva York y del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) de Madrid, en la que describen una nueva especie de homínido, el Homo naledi. Morfológicamente parece ser el origen del género Homo. Se encuentra entre el género Australopithecus, al que se aproxima en características como la estructura del torso, el juego tórax-pelvis y la capacidad craneal (de unos 500 cm³) y el género Homo, al que se asemeja en características como la masticación, la manipulación y la locomoción.

Los restos fósiles se encontraron en 2013 en la cueva denominada «Rising Star», en el yacimiento «Dinaledi» de Sudáfrica. Los 1.550 fósiles pertenecen al menos a 15 individuos y demuestran la independiente evolución de la manipulación y la locomoción respecto de la encefalización (o sea, el aumento del tamaño del cerebro). Se plantea la hipótesis de que los cuerpos fueran colocados deliberadamente ahí por sus congéneres.

Si los restos, aún por datar, tuvieran más de 2,6 millones de años (como parece que es un fragmento de mandíbula), se trataría de la representación esquelética más completa de un grupo de homínidos y más antigua del género homo. Mientras que si fuera inferior a 1 millón de años, serían la prueba de la coexistencia en África de especies muy diferentes del género Homo.

El Laboratorio de Morfología Virtual del MNCN-CSIC se encargó del estudio de su tórax a través de fragmentos vertebrales y costales, viendo que era más próximo al género Australopithecus.

3) Descrita una vía accidental de transmisión humana del Alzhéimer: (@cobcm)

Descrita una vía accidental de transmisión humana del #alzhéimer

Investigadores de la Universidad de College (Londres) y de otros países han publicado en la revista Nature que han encontrado evidencias que sugieren la transmisión del Alzheimer de persona a persona, por la denominada transmisión iatrogénica, que no es otra cosa que accidente médico, y que conlleva periodos de incubación que pueden superar las 5 décadas. Podemos estar tranquilos los que tenemos algún ser querido con dicha enfermedad, porque no existe ninguna evidencia de contacto directo de persona a persona.

Algunas enfermedades cerebrales causantes de la demencia son provocadas por priones, agentes infecciosos consistentes en largas cadenas de proteinas, que crecen y se multiplican en el cerebro causando un daño irreparable.

Estos investigadores han descrito la formación de placas de beta-amiloide en el cerebro, características de la enfermedad del Alzheimer y de la angiopatía amiloide cerebral relacionada, en pacientes fallecidos con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que habían sido tratados con hormona de crecimiento humano (HGH) extraído de cadáveres que estaban contaminados con priones. El estudio sugiere que el péptido amiloide puede ser potencialmente transmisible a través de ciertos procedimientos médicos como son el tratamiento con HGH de cadaver, el trasplante y la neurocirugía.

Se sugiere la investigación de otras posibles rutas iatrogénicas de transmisión de priones, como pueden ser el uso de instumental quirúrgico y las transfusiones de sangre.

4) Cómo el sistema nervioso boicotea tus esfuerzos por quemar calorías: (@icmabCSIC)

Cómo el sistema nervioso boicotea tus esfuerzos por quemar calorías

Investigadores canadienses han demostrado la existencia de un fundamento fisiológico y racional para justificar que la mayoría de los seres humanos hagamos las cosas siguiendo la Ley del Mínimo Esfuerzo, no realizando esfuerzos innecesarios y gastando el mínimo de energía posible.

Para ello estudiaron la forma de andar sobre una cinta de varias personas, llevando puesto un exoesqueleto que les ofrecía resistencia al movimiento. Comprobaron que el sistema nervioso recalcula los movimientos en tan sólo cuestión de minutos buscando el paso que suponga un menor gasto energético, por mínimo que sea. Piensan que probablemente esto sea extensible a todos nuestros movimientos.

Mikel Izquierdo, director del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra, dice que las razones que lo explican son por un  lado nuestra programación genética para ahorrar energía, como cuando éramos cazadores-recolectores y por otro que el sistema nervioso va adaptando el paso buscando el mínimo gasto de energía.

Alejandro Lucía, Catedrático de Fisiología Humana y del Ejercicio de la Universidad Europea de Madrid dice que el ser humano esta hecho más para la eficiencia (o sea, la resistencia) que para la potencia (o sea, la explosión muscular).

Al parecer somos el único mamífero que puede vivir con una mutación en el gen ACTN3, que consiste en que nuestros músculos no expresan la proteina explosiva y se contraen más despacio, gastando menos energía y siendo más eficientes. Esta mutación no la tienen los velocistas ni demás deportistas que requieren potencia muscular, así como la mayoría de los africanos ni sus descendientes jamaicanos o afroamericanos.

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